“Tengo una visión muy necrológica del aparato del Estado. Se está por producir un nuevo matrimonio entre la burocracia, que es una viuda permanente de nuevos gobiernos, y un nuevo gobierno. Cada matrimonio genera nuevos hijos institucionales, que van quedando, que se llenan de nuevos empleados que, muchas veces, intentan sobrevivir. Esta película ya la vimos muchas veces”, destacó Oscar Oszlak, investigador superior del Conicet, a propósito de los cuestionados nombramientos del gobierno de dos camporistas en la Auditoría general de la Nación.

“Esto lo vimos en sucesivos gobierno; en este caso vemos un poblamiento impresionante del aparato del Estado a pocos días del cambio de gobierno. Esto va a tener consecuencias”, remarcó.

“Generalmente sobra gente de bajo perfil y falta gente de perfil especializado”, agregó en La Vuelta.

“Todos los gobiernos tienen cargos políticos pero en otros países el número de cargos que puede nombrar un presidente está perfectamente diseñado en un libro y además debe ser aprobado por el parlamento”, enfatizó.